El distrito de Chinatown, el Barrio Chino, de New York es mucho más que sus excelentes restaurants, sus negocios de relojes, de bijoterie, de anteojos y carteras.
Se extiende en dirección hacia Canal St., pero también por Mulberry St. y por Mott St., invadiendo y avanzando sobre los barrios vecinos.
Es así que
Chinatown se mezcla con
Little Italy, invadiéndola de algún modo, y con
una parte del
Soho y de
Nolita.
También, el único parque del Barrio Chino, el Columbus Park, ha cambiando mucho en estos últimos años.
En el barrio es muy normal escuchar hablar muchos idiomas.
Y divertirse regateando precios en los comercios.
Tal vez estos datos sean conocidos por la mayoría de los visitantes.
Pero si hablamos de los sentidos en este espacio, uno descubre a cada paso que los colores de los artículos se confunden con el aroma de las especias.
Debo reconocer que mis favoritos de Chinatown son sus colores, los colores de las frutas.
Vi variedades que uno no conocía, frutas exóticas que no había visto jamás.
Las peras de Asia y las manzanas gigantes.
Ananás y uvas jugosas.
La fruta del dragón, que parece increíble.
La guayaba, los nísperos… y tanta otras. Una más fresca y colorida que la otra.
Creo que mis fotos les hacen justicia.
Era una fiesta de colores en ese mercado callejero sobre Canal Street.
Un barrio pintoresco.
Que, por supuesto, me encantó.